Cirugía Plástica, estética y reconstructiva
El aumento de glúteos en hombres es una intervención que ha cobrado interés en los últimos años, aunque con matices diferentes respecto a la cirugía en mujeres.
Mientras que las mujeres suelen buscar una silueta más curvilínea y una proyección marcada que resalte la cadera, en los hombres el objetivo habitual es conseguir unos glúteos más firmes, rectos y musculosos, que aporten una apariencia atlética y proporcionada con el torso y las piernas. Esa diferencia en la finalidad estética condiciona tanto las técnicas como la forma en que se realiza el procedimiento.
En el caso del aumento de glúteos con implantes en hombres, por ejemplo, los cirujanos suelen optar por prótesis de mayor firmeza y colocarlas de manera más profunda, casi siempre dentro del músculo glúteo mayor, para lograr un resultado que no se perciba artificial ni demasiado redondeado. Esto contrasta con algunas cirugías femeninas en las que se busca un efecto más voluminoso y marcado. El resultado esperado en los hombres es un glúteo definido, con proyección discreta, que mantenga la forma cuadrada característica de la anatomía masculina.
Cuando se recurre al aumento de glúteos con lipotransferencia en hombres (injerto de grasa), las diferencias también se hacen evidentes. En mujeres, el remodelado corporal suele implicar extraer grasa de cintura y flancos para realzar la cadera y resaltar la curva hacia los glúteos. En los hombres, sin embargo, el enfoque se dirige a mantener la cintura recta, sin feminizarla, y concentrar el volumen en la parte superior de los glúteos para que armonice con la espalda y los muslos. El cirujano debe ser cuidadoso en la distribución de la grasa para no crear un contorno redondeado que desvirtúe el carácter masculino del resultado.
Los rellenos con ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica se emplean menos en varones, pero pueden ser una opción en quienes desean un cambio moderado y rápido, sin pasar por quirófano. En ellos, más que aumentar de manera notoria, se busca mejorar la firmeza y corregir pequeñas depresiones o asimetrías.
Otro aspecto particular es la recuperación. Dado que los hombres suelen tener mayor masa muscular, el postoperatorio puede requerir especial cuidado para evitar complicaciones: no sentarse directamente sobre los implantes durante varias semanas, restringir el ejercicio intenso y seguir controles médicos rigurosos. Además, el espesor de la piel y la musculatura masculina hacen que la intervención sea técnicamente más exigente, lo cual subraya la importancia de elegir un cirujano con experiencia en este tipo de procedimientos.
Aunque las técnicas de aumento de glúteos son similares para ambos sexos, el planteamiento estético es muy distinto. En la mujer predomina la búsqueda de curvas y redondez, mientras que en el hombre lo que se persigue es firmeza, proyección controlada y un contorno más recto y atlético. Esa diferencia en la meta final es lo que guía tanto la selección del método como la ejecución quirúrgica y la distribución del volumen.