Medicina estética

Radiofrecuencia

Técnica de Radiofrecuencia

La radiofrecuencia es una técnica que nos permite atenuar las arrugas profundas que suelen aparecer en el rostro o cuello de las personas con resultados totalmente naturales. Gracias a ella se consiguen disminuir las arrugas de expresión, aumentar la elasticidad de la piel y a su vez, reafirmarla. Además, se trata de una técnica no invasiva, indolora y que no precisa de un periodo de recuperación posterior ni genera cicatrices.

¿Dónde actúa la radiofrecuencia?

La principal zona de actuación de la radiofrecuencia es el cuello y el rostro, y consigue reducir y retrasar los signos de envejecimiento de la piel proporcionando un aspecto más joven debido a la estimulación de forma gradual en la producción fisiológica de colágeno. La forma de aplicación es en forma de «toques» sobre la piel, de forma que no se realiza ningún pinchazo ni incisión, lo que no ocasiona ningún dolor ni molestia ni durante ni después del tratamiento.

Las sesiones de Radiofrecuencia

Es importante tener en cuenta que, para poder obtener todos los beneficios de la radiofrecuencia, es necesario realizar varias sesiones de tratamiento. Esto es debido a que la síntesis de colágeno y eslastina aumenta progresivamente a medida que se realizan más sesiones de tratamiento.
En este sentido, el número de sesiones necesarias para observar resultados satisfactorios varia mucho en función del tipo de piel que estemos tratando. Por este motivo será necesaria una evlaución por parte de un especialista que será el que indicará la idoneidad del tratamiento y el número de sesiones que debería realizar cada paciente.
Como regla general, se recomiendan de dos a cuatro sesones en el caso de pieles que presenten indicios de flacidez y arrugas finas y que no necesiten un aporte extra de estimulación colágena. En este tipo de pacientes tan sólo buscaremos una mejora global de su aspecto, devolviéndoles tersura a la piel. En cambio, en personas con flacidez cutánea marcada y arrugas más profundas, serán necesarias de cinco a ocho sesiones.
La duración de las sesiones dependerá del tamaño de la zona a tratar. Así pues, las sesiones pueden ir de desde veinte minutos a algo más de una hora. Sin embargo, antes de inciar el tratamiento será necesario un poco de tiempo más para la preparación de la piel.

Recomendaciones

Lo más importante que debemos tener en cuenta antes de someternos a cualquier tipo de tratamiento de radiofrecuencia es que esté indicado y realizado por profesionales especializados en centros acreditados.
Su indicación principal es para aquellos pacientes que presenten falcidez en la piel de zonas como la cara y el cuello y que no precisen de tratamiento quirúrgico.
Para que los resultados de las sesiones sean lo más óptimo posible, es bueno que el paciente acuda a la sesión con el cutis lo más hidratado y oxigenado posible. De esta manera, se producirá una máxima absorción del tratamiento. También ser recomienda exfoliar la piel unos días antes de la sesión.
Tras varias sesiones de radiofrecuencia, podrás decir adiós a la flacidez en cara y cuello y lucir un aspecto joven.
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