La mejor opción para el tratamiento de una cicatriz está condicionada por las características de la cicatriz. Así pues, cuando el defecto cicatricial causa una alteración funcional, la prioridad es restablecer dicha funcionalidad por lo que se suele actuar precozmente sobre la cicatriz. Por el contrario, si el objetivo del tratamiento es mejorar una cicatriz estéticamente inaceptable, es aconsejable esperar a que haya transcurrido el tiempo suficiente para que la maduración cicatricial sea definitiva y no nos condicione el resultado de nuestra cirugía reparadora.
El tiempo medio de maduración de la cicatriz depende de cada paciente, pero en ningún caso es menor de seis meses. Trascurrido este tiempo, se puede realizar una evaluación correcta de las secuelas estéticas y podremos afrontar con mayor probabilidad de éxito cualquier tipo de tratamiento, obteniendo así los mejores resultados posibles.
¿Es posible borrar una cicatriz?
Existe la idea equivocada de que la cirugía plástica consigue borrar cicatrices. Lamentablemente, esto no es cierto. Existen diversos procedimientos que consiguen minimizar la visibilidad de una cicatriz pero en ningún caso conseguiremos borrarla por completo.
En este sentido, la afirmación de que las intervenciones de cirugía estética “no dejan cicatrices” tampoco es cierta. Cualquier intervención deja cicatrices. Sin embargo, el cirujano plástico es el mejor conocedor de la piel y sus procesos de cicatrización, cosa que le permite siempre escoger la mejor opción para ubicar cuidadosamente una cicatriz. Sólo así se consigue que se produzca la mejor cicatrización posible y que las cicatrices sean poco visibles.
¿Cuando se puede corregir una cicatriz?
Cómo hemos explicado anteriormente, no debería tratarse ninguna cicatriz antes de que se haya estabilizado el proceso de maduración cicatricial, excepto en los casos que conlleven alteraciones funcionales.
Si existe esta alteración funcional que nos obliga a tratar la cicatriz de manera precoz antes de que concluya su proceso de maduración, los resultados obtenidos, aunque mejores que antes, pueden no ser todo lo buenos que desearíamos en cuanto a la estética se refiere. Además, hay que ser consciente de que la sola precaución de dejar pasar el tiempo puede permitir ver, al cabo de unos meses, que algunas cicatrices que parecían precisar de tratamiento quirúrgico han reducido su visibilidad hasta tal punto que quizás ya no lo requieran.
¿Cuando se puede observar el resultado de una corrección cicatricial?
Cuando la corrección cicatricial comporta la restauración del contorno corporal perdido por una cicatriz deformante, la corrección del mismo será instantánea o visible en meses (sobre todo en restauración de volúmenes con Lipofilling). No obstante, la cicatriz como tal (la incisión quirúrgica), al igual que cualquier otra herida, requiere pasar por todas las fases de maduración cicatricial. Este proceso no se puede acelerar y se realiza sobre un tejido agredido previamente por lo que su maduración se verá aún más enlentecida. Por ello, cuando la reparación es quirúrgica, se considera que el resultado final de la cicatriz propiamente dicha no se puede evaluar antes de que haya transcurrido un mínimo de doce meses a contar desde la fecha de la última intervención.
Sin embargo, en los casos de tratamiento de la textura, contorno mínimamente deformado, pigmentaciones u otros problemas en el que el tratamiento de elección sea la Terapia de Inducción Colágena Percutánea, los tiempos son algo diferentes. Si bien los resultados no se empezarán a apreciar hasta la segunda o tercera sesión, estos seguirán una evolución progresiva y exponencial a medida que se avanza en el tratamiento, obteniendo un resultado definitivo 6 meses después de haber finalizado el tratamiento.