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6 noviembre 2018

Estrías: Qué son y cómo tratarlas

Las estrías se producen por una distensión de la piel excesiva y rápida en la que la capa más profunda, o dermis, se atrofia o se rompe. A menudo las encontramos localizadas en las mamas, el abdomen, las caderas y/o los muslos.

Dependiendo del momento que nos encontremos la estría, hablamos de:

  • Fase aguda, las estrías aparecen como lesiones rojas / violáceas (estrías rubras) que pueden elevarse y son sintomáticas.
  • Y, fase crónica (estrías albas) existen como depresiones dérmicas hipopigmentadas.

Debido a su alta prevalencia e impacto en la percepción corporal de algunos pacientes, el tratamiento de las estrías se ha convertido en un reto en la medicina y cirugía plástica. La mayoría de tratamientos existentes para las estrías se basan en intentar engrosar la capa profunda de la piel que ha sufrido la rotura o el adelgazamiento brusco y existen diferentes opciones  y versiones, siendo todas ellas poco efectivas usadas de forma aislada y en monoterapia:

Tratamientos Tópicos:

  • Ácido retinoico. Aumenta el grosor de la dermis potenciando la producción de colágeno en la piel. Debe usarse como tratamiento complementario a algún otro tratamiento ya que ,usado sólo, tendrá resultados pobres.
  • Ácido hialurónico. Incrementa la producción de colágeno. Se han informado mejoras en la piel con estrías después de su uso.

Tratamientos de exfoliación química:

Los tratamientos de exfoliación química implican la aplicación de ácido tricloroacético o ácido glicólico. Inducen una respuesta inflamatoria inicial provocando disminución en el ancho del surco de las estrías. Se concluye que pueden dar mejores resultados cuando se usan en combinación con otros tratamientos (láser, terapia percutánea de inducción de colágeno, bioestimulación dérmica).

Radiofrecuencia. Los dispositivos de radiofrecuencia (RF) suministran corriente de radiofrecuencia a la piel, que se convierte en calor en la dermis como resultado de su resistencia eléctrica. Después de la desnaturalización del colágeno con su uso, se produce un aumento posterior de la producción de colágeno.

Láseres fraccionales. Los láseres fraccionales emiten rayos microscópicos de energía luminosa monocromática y coherente a la piel, creando áreas de daño térmico denominadas zonas microtérmicas, lo que lleva a un aumento en la producción de colágeno y elastina dérmicos. También reducen la microvascularización alterada y corrigen la alteración pigmentaria inicial.

¿Pero qué nos gusta usar y vemos resultados reales en nuestros pacientes?

Desde hace algo más de 2 años, en Institut Ruiz Castilla tratamos las estrías con ResurFX®, un láser fraccional no ablativo. Nos gusta porque no daña la piel y el paciente no tiene que realizar ningún cuidado especial entre las sesiones salvo evitar la exposición solar y aplicarse crema hidratante. En este sentido, el confort durante el tratamiento frente a los tratamientos ablativos es absolutamente diferencial, ya que no hay efecto exudativo o supurativos y el paciente no precisa realizarse ningún tipo de cura. El paciente puede incorporarse a su actividad habitual de forma inmediata. Con este tratamiento, el resultado le no es la desaparición de la estría, pero sí la mejora en más del 50% en estrías agudas.

¿Qué hacemos actualmente para tener mejores resultados?

Buscando un mejor resultado, hemos desarrollado terapias combinadas con Láser no ablativo que han permitido mejorar los resultados finales. En función del tipo de estrías y del estado de la piel del paciente,  se aplican distintas técnicas que complementan la acción del láser.

Técnicas coadyuvantes del láser fraccional no ablativo (ResurFX®):

Biostimulación dérmica. Se realiza con silicio orgánico

  • Silicio orgánico: El silicio es importante para la correcta formación del nuevo colágeno sintetizado. A nivel estructural, garantiza una conformación de colágeno de mayor calidad. Se infiltra mediante microinyecciones intradérmicas.
  • Terapia percutánea de inducción de colágeno. La terapia percutánea de inducción con colágeno, o terapia con microagujas, implica la creación de micro-heridas que se extienden a la dermis papilar, lo que resulta en un aumento de la producción de colágeno y elastina. Esto provoca mejoría en la textura de la piel y efecto tensor después del tratamiento.

Carboxiterapia. Consiste en inyectar un gas (dióxido de carbono) en el tejido subcutáneo, lo que origina una mayor circulación sanguínea en la zona y por tanto una mayor oxigenación del tejido. Esta técnica también favorece la producción y reorganización de colágeno. Además, se produce un efecto físico de “desbridamiento” en las zonas de mayor adherencia, mejorando visualmente el aspecto de cicatrices atróficas y profundas, y de las estrías.