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22 febrero 2018

Estrías, ¿qué son y cómo tratarlas?

Las estrías son una afección cutánea (atrofias cutáneas) con forma alargada que pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo. Las estrías rojas son la fase inicial de la formación de la estría, mientras que la estrías blancas se corresponden con la madurez del proceso atrófico.

Se producen por la ruptura de las fibras elásticas cutáneas debido a su estiramiento y al fracaso del organismo en su reparación. Este fracaso en la reparación se puede deber a una formación anómala del colágeno que puede ser debida al propio estiramiento, a sustancias químicas o al exceso de estrógenos, corticoides o relaxina.

Diagnóstico de las estrías

El diagnóstico de las estrías es puramente clínico. Aparecen cicatrices atróficas, irregulares con forma fusiforme (forma alargada con los extremos más estrechos). Su coloración puede ser desde rojo-violácea hasta blanca-nacarada. A la palpación se detectan depresiones cutáneas.

Causas de aparición de las estrías

Estrías de distensión

Provocadas por pérdidas de peso bruscas. Aparecen en las zonas que más se adelgazan:  brazos, abdomen, muslos y/o caderas principalmente.

Estrías de pubertad

Originadas por los cambios morfológicos y hormonales de esta etapa. Suelen estar en nalgas, caderas, senos y cara interna de los muslos.

Estrías de gravidez

Son típicas a partir del sexto mes de embarazo. Su aparición se ve favorecida por la diabetes, embarazos precoces, el peso del feto o el aumento del peso de la gestante durante el embarazo. Aparecen en abdomen, senos, nalgas y caderas.

Estrías atróficas

Características de los deportistas como consecuencia de movimientos forzados e intensos que estiran y rompen las fibras.

Estrías iatrogénicas

Aparecen tras tratamientos con corticoides intradérmicos o tópicos.

Estrías endocrinas

Relacionadas con alteraciones de las glándulas suprarrenales y el Síndrome de Cushing (de color rojo-vinosas).

 

Tratamiento

Prevención

Aunque sabemos que la constitución genética individual es un factor muy importante en su aparición, la mejor forma para evitar la aparición de estrías es mantener siempre la piel muy hidratada.

Pauta de prevención:

  • Exfoliación de la piel: se consigue 
aumentar la penetración y eficacia de 
los productos utilizados posteriormente.
  • Aceites y cremas de almendras, ricos en 
proteínas, vitamina D y minerales. Son productos prácticamente neutros ya que no se conocen contraindicaciones, además son emolientes y lubricantes por lo que mantienen la piel elástica y normalizan y protegen la piel seca, hidratándola de forma natural, con acción antioxidante.
  • Retinol palmitato. Regula el aumento de las células cutáneas  y el incremento de queratina, estimulando la síntesis de colágeno y de fibras elásticas, generando una remodelación epidérmica.
  • Ácido gamma-linoleico, regenerador y modulador de la inflamación de la piel y protege de la deshidratación.
  • Aceite de rosa de mosqueta. Es fuente rica en ácido gamma-linoleico y en menor cantidad de ácido retinoico.
  • Vitamina E. Es un componente natural de la piel como antioxidante. Enlentece el envejecimiento celular favoreciendo la reparación adecuada de la piel.

Nutrición

La ausencia de elasticidad de la piel predispone a la aparición de las estrías. Esta falta de elasticidad puede estar provocada por la falta de vitaminas E, C, B5 (ácido pantoténico) y/o de minerales como el zinc, el cobre o el silicio. Por tanto, en periodos de riesgo hay que prestar especial atención a que la alimentación sea rica en estos elementos:

  • Vitamina E, C y B5: la vitamina E impide la formación de tejido grueso en la piel, mantiene la elasticidad de la misma. La vitamina C mejora la calidad del colágeno existente y estimula la formación de colágeno nuevo y la B5 ayuda a la cicatrización y a la elasticidad cutánea.
  • Zinc: acelera el proceso de cicatrización de heridas internas y externas.
  • Cobre: cofactor de la vitamina C, contribuye a los procesos de pigmentación cutánea.
  • Silicio: regenera las fibras de colágeno y de elastina, previniendo la pérdida de elasticidad cutánea y la formación de estrías. Protege al colágeno de los radicales libres y, por tanto, mejora la flacidez cutánea

Peelings

Los peelings tienen varias acciones que al actuar conjuntamente resultan eficaces en el tratamientos de las estrías. Producen descamación de las capas superficiales cutáneas lo que estimula el crecimiento y renovación de las capas más profundas, además de un aumento de la irrigación cutánea favoreciendo la aportación local de oxígeno y de nutrientes esenciales para la regeneración de la piel.

Microdermoabrasión

Con este procedimiento se eliminan las capas superiores de la piel, se promueve la remodelación de la matriz dérmica y se estimula la producción de RNAm del procolágeno tipo I. Se utilizan microcristales de óxido de aluminio en una sesión semanal, durante cinco semanas. Se aprecian resultados incluso 12 semanas tras el último tratamiento. La mejoría suele ser más evidente en las estrías rubra.

Luz in tensa pulsada y láser

Diversos estudios se han realizado sobre tratamientos de estrías con sistemas de luz concluyendo que los mejores resultados se obtienen con la combinación de diferentes intervenciones (Luz pulsada intensa, ResurFX®)

Mesoterapia

La mesoterapia tiene una acción regeneradora. Los productos que se utilizan con mejor resultado son el silicio y las vitaminas. Está indicado en cualquier tipo de estrías y el número de sesiones es variable, dependiente de la respuesta, aunque lo más frecuente es que se realicen entre 6-20 sesiones.

Cirugía

La escisión quirúrgica debe reservarse para las zonas donde exista gran exceso de piel, valorando si va a mejorar el resultado estético o no.

Efectos secundarios

En casi todos los tratamientos descritos pueden aparecer:

  • Eritema transitorio.
  • Irritación.
  • Hiperpigmentación postinflamatoria.

Contraindicaciones

Dependerán del tratamiento elegido, pero se consideran contraindicaciones generales:

  • Diabetes e insuficiencia renal o hepática descompensada.
  • Heridas abiertas.
  • Ulceraciones en la piel.
  • Psoriasis o dermatitis en la zona.
  • Alteraciones graves de la coagulación.